Perro, el gato. Sí, se llama así. Nuestro gato es algo alocado, es el típico gato que está rayado por todo, algo arisco cuando quiere pero bonachón. Fue el primero en entrar en casa y el que ha sufrido poco a poco todos los demás habitantes con poca paciencia y mucho recelo.
Nuestro Perro se merece unos pendientes a su nombre, porque en el fondo es un trocico de pan.
Adoramos a Perro y nos reimos muchísimo al ver estos pendientes en uno de nuestros proveedores. ¡Por supuesto que tiene que tener un producto estrella nuestro pequeño rencoroso!